La mayoría de las manchas en la piel son inofensivas. Sin embargo, es muy importante estar alerta: la detección a tiempo puede ser clave en la curación de un melanoma, por ejemplo.
La piel es un órgano que reviste todo nuestro cuerpo. En la piel hay muchas lesiones. La mayoría son benignas, pero no siempre es así.
Examine su piel despacio
Toda persona que tenga lunares debe examinar la piel de todo su cuerpo periódicamente. Con la autoexploración usted se familiarizará con el aspecto de su piel y con el patrón de sus lunares y otros tipos de marcas.
- Necesitará ponerse desnudo frente a un espejo y buena iluminación. Lo mejor, combinar un espejo grande de pared y uno de mano.
- Es esencial que sea meticuloso y siga un orden. Por ejemplo, empiece por el tronco. Vaya de la parte frontal a la posterior de su cuerpo; después del lado derecho al izquierdo. No se olvide de la espalda y los glúteos.
- Mírese los hombros, los brazos, los codos, los antebrazos, las manos, sin olvidar las palmas y el espacio entre los dedos. Eleve los brazos para mirar por la cara interna.
- Proceda de forma similar con las extremidades inferiores: el lado anterior, posterior, la cara interna y externa de la pierna; el empeine, talón y tobillos, los espacios entre los dedos de los pies y la planta.
- Examine despacio la cara y orejas. Utilice un espejo de mano para observar la parte posterior del cuello y el cuero cabelludo.
- Explore también las zonas de su piel cubiertas por vello y mucosas.
Cuándo preocuparse
Hay cinco útiles signos para identificar un posible melanoma: es la llamada regla del ABCDE.
Acuda al médico ante la aparición de cualquiera de ellos.
- Asimetría en los bordes de la lesión. Al dividir la lesión en dos por una línea imaginaria, cada mitad es diferente en forma y tamaño a la otra. Los melanomas pueden además ser planos o elevados.
- Borde irregular. Los bordes de un melanoma son mellados, festoneados, borrosos o poco definidos.
- Cambios de color en su superficie. Se vuelve desigual, muestra más de un color, o hay diferentes tonalidades y colores (marrón, negro, rojizo)..
- Diámetro. Un diámetro mayor de 6 mm debe despertar sospecha.
- Elevación de la superficie de un lunar que antes era plano.
Además de los mencionados, son señales de alarma y motivo de consulta obligatoria:
- Un lunar que cambia de tamaño, color, forma o textura.
- Si un lunar sangra, se ulcera, inflama, pica o duele.
- Si aparece un halo rojizo en torno al lunar, o muestra descamación, costra o endurecimiento.
- La aparición de otras manchas o nódulos contiguos a ese lunar.
- La aparición de un nuevo lunar de aspecto diferente a los demás.
- Si hay ganglios de tamaño aumentado en la zona del lunar.
Una de cada 10 personas tiene lunares atípicos, de grandes dimensiones o con bordes irregulares, cuyo riesgo de que puedan malignizarse es mayor. Sin embargo, más de la mitad de los melanomas surgen en pieles saludables, sin lesiones preexistentes. De ahí la recomendación de consultar al médico si aparece una nueva lesión sospechosa.