Se confirma la eficacia del rt-PA tras un ictus

Un estudio multicéntrico con 6.483 pacientes de 285 hospitales europeos que se publica en The Lancet confirma que la terapia trombolítica con rt-PA es segura y eficaz en las tres primeras horas tras un ictus.

Daniel Arbós. Barcelona

30/01/2007

El tratamiento trombolítico con el activador tisular recombinante del plasminógeno (rt-PA) es seguro y eficaz para tratar el ictus isquémico en las tres primeras horas desde la aparición de los síntomas. Así lo ha confirmado un estudio multicéntrico en el que han participado 6.483 pacientes de 14 países europeos que se publica en el último número de The Lancet. España es el país que más pacientes ha aportado al trabajo: 1.305.

José Castillo, responsable de Neurociencias del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, ha sido el coordinador español, y Antoni Dávalos, del Hospital Germans Trias i Pujol, en Badalona, ha dirigido el estudio en el ámbito internacional.

La alteplasa intravenosa (rt-PA) es el único fármaco aprobado para el tratamiento del ictus isquémico y varios ensayos clínicos han certificado de forma consistente su validez.

Sin embargo, “la mayoría de estos trabajos se han realizado en centros de excelencia, con una larga experiencia. Para conceder la autorización definitiva al fármaco, la Agencia Europea de Medicamentos pedía un estudio más amplio, que incluyera hospitales que, aunque dispusieran de facultativos especializados, no tuvieran demasiada experiencia en el manejo del ictus, para comprobar la eficacia del fármaco en la práctica clínica”.

Sits-most
En 2002 se inició el estudio Sits-Most, observacional, prospectivo, abierto y monitorizado, en el que se reclutaron 6.483 pacientes en cinco años. “Los ensayos previos se habían realizado en poblaciones de 400 ó 500 pacientes como máximo”, ha subrayado Dávalos. Los enfermos, con una media de edad de 68 años, provenían de 285 centros, de los que el 50 por ciento tenían una experiencia previa limitada en el tratamiento trombolítico.

Los resultados muestran que el 54,8 por ciento de los pacientes lograron recuperar la independencia funcional a los tres meses. “Son personas que, aunque puedan tener alguna secuela, se desenvuelven perfectamente en su vida normal”.

La mortalidad fue del 11,3 por ciento y las hemorragias, uno de los riesgos de la aplicación de la rt-PA, se detectaron en el 1,7 por ciento de los casos, una cifra “significativamente inferior a la observada en los ensayos clínicos previos”.

Para los responsables del trabajo, los datos obtenidos “confirman que la alteplasa intravenosa es segura y efectiva en el uso clínico rutinario cuando se aplica en las tres primeras horas después del ictus, incluso en los centros con experiencia limitada en la materia”. Según Dávalos, el estudio debe servir para extender la rt-PA.

“En España menos del 1 por ciento de pacientes con ictus reciben el fármaco. Se tiene que fomentar su uso y mejorar los sistemas para que el paciente llegue al centro en las tres primeras horas”.

(The Lancet 2007; 369: 275-282).

A la espera de nuevos fármacos
A principios de 2006 un estudio con 1.699 enfermos mostraba los beneficios de un fármaco neuroprotector, el NXY-059, que bloqueaba los radicales libres y mejoraba la supervivencia y la capacidad funcional tras un ictus. Antoni Dávalos, uno de los autores del estudio, ha explicado “que el compuesto era una gran esperanza pero un segundo trabajo no ha sido capaz de replicar los buenos resultados del primero”. Así el rt-PA se mantiene como la única herramienta para hacer frente a las secuelas del infarto cerebral.

En este contexto, Dávalos ha indicado que continúan los proyectos para hallar moléculas con un efecto neuroprotector, ya que, al no ser tóxicas, “se podrían administrar de forma conjunta con el activador tisular del plasminógeno y mejorar la recuperación del enfermo que ha sufrido un ictus”.

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