E.P., Zaragoza (27-3-2007).- La Comisión para la Estructuración de Refuerzos de Aragón (CERA), una coordinadora formada por médicos y enfermeros de refuerzo de la Comunidad aragonesa, ha solicitado su integración en la plantilla de los centros de salud, lo que supondría pasar a tener una jornada laboral, en vez de un contrato por horas, y formar parte de los Equipos de Atención Primaria (EAP). La Comisión ha celebrado en las últimas semanas asambleas informativas después del acuerdo alcanzado en febrero entre el Servicio Aragonés de Salud (Salud) y los sindicatos CC.OO., UGT y CSI-CSIF en la mesa sectorial de Sanidad respecto al personal de refuerzo, según informó ha informado una portavoz de la CERA, Ana Tarongí.
La portavoz de este colectivo ha explicado que el acuerdo alcanzado entre Salud y sindicatos prevé la reestructuración del personal de refuerzo de centros sanitarios -unos 600 entre médicos y enfermeras- entre los años 2007, 2008 y 2009. El personal participante en las asambleas celebradas estos días ha mostrado su rechazo a este calendario y ha pedido que la reestructuración se haga de una sola vez.
Además, los refuerzos consideran que el acuerdo no ha concretado ni dónde se van a crear las plazas de refuerzo, ni cómo, ni con qué jornada laboral. Por eso, la CERA propone un modelo para realizar esa reestructuración que van a trasladar al gerente del Salud, Antonio Brun, a quien han solicitado una entrevista.
Para ello han pedido la integración, primero como interinos y después a través de un concurso oposición. Este proceso requeriría, además, el establecimiento de una jornada laboral detallada y que ésta se distribuya de forma «equilibrada» entre todos los trabajadores de un mismo EAP.
Ana Tarongí ha precisado que si bien este personal sólo se contrata como personal laboral eventual habitual para atención continuada, también cubren bajas y vacaciones de la plantilla para mejorar sus salarios, ya que cobran nueve euros por hora los médicos y seis las enfermeras. Esto lleva a que algunos profesionales lleguen a trabajar 3.000 horas al año y durante 21 días seguidos, en jornada de mañana de lunes a viernes y de guardia los fines de semana. «Es el pacto del hambre, trabajas mucho para cuando hay poco», ha comentado Tarongí, quien ha opinado que este modelo «no es bueno para la calidad de la atención».
Los refuerzos piden, asimismo, jornadas de descanso y la misma carga horaria que el resto de médicos y enfermeras de primaria, de 1.598 horas al año, y de 1.492 en caso de que se trabajen más de 42 noches al año.
El personal de refuerzo considera que para el medio rural y las zonas urbanas no saturadas existen dos modelos de organización posibles que den respuesta a sus reivindicaciones. Uno sería contar con un modelo mixto en el que este personal distribuya su jornada entre atención continuada -tardes, noches y festivos- y sustituciones -bajas y vacaciones-. El otro modelo sería que su jornada laboral sólo atendiera las horas continuadas.
La portavoz del CERA ha señalado que si bien los profesionales prefieren este último modelo, están dispuestos a que se aplique el segundo «dada la carencia actual de profesionales» en los centros de salud.
Ana Tarongí ha estimado que implantar estos modelos supondría cambiar la Atención Primaria, algo que ha considerado adecuado puesto que «las circunstancias de la atención primaria han cambiado en los últimos años lo suficiente como para adaptarla a las nuevas necesidades de falta de personal y de mayor demanda».
El colectivo de refuerzos apuesta por la vía del diálogo, pero no descarta desarrollar medidas de presión para conseguir sus reivindicaciones, como podría ser no firmar las sustituciones puesto que su contrato es sólo para la atención continuada.