Ya hace tiempo os hablé de ellas tras una época que se pusieron de moda, y es que no son la panacea, pero son beneficiosas, así que hoy os vamos a proponer un simpático regalo casual que podemos hacerle a nuestros mayores. Padres, abuelos… y en cuanto lleven un tiempo con ello os lo agradecerán, ya veréis.
Seguramente habréis oído hablar de las bayas de Goji. Son unos frutos desecados provenientes del Tibet, y estuvieron bastante de moda hace un par de años o tres. Claro que sus propiedades son todo un descubrimiento. Son de color rojo fuerte, y un sabor difícil de describir. Parecidas a las pasas, pero un poco más suaves, y se pueden remojar en agua unas horas para que se suavice el sabor y podamos saber qué gusto tienen las frutas sin desecar. Se utilizan en medicina tradicional en China, Tibet, Corea… y es una fruta muy venerada en Asia, pues incluso tiene una fiesta a gran escala que dura un par de semanas, y está dedicada a estas saludables bayas.
Esta fruta se ha intentado cultivar en todo el mundo, pero parece ser que sólo crece en alta montaña. Las originales, que por cierto son carísimas, son las que crecen en el Himalaya. Como podéis ver, las bayas de Goji son muy especiales en todos los aspectos, y no es para menos.
Se puede tomar de distintas formas, desecadas y mezcladas con un yogur, en ensaladas… en zumo, que dicen que está bastante bueno, o incluso en cápsulas con extractos.
Con estos frutos no sólo conseguiremos sentirnos mejor, sino que mejoraremos la vista, y controlaremos el colesterol y el esteñimiento. Además, regula tanto el sueño como el apetito, cuidan los riñones y el hígado y nos dan energía. Claro que no es un producto milagroso, por lo que no conviene abusar. Tomar un puñadito de vez en cuando será bueno para nuestra salud, pero no esperemos encontrarnos como si tuviéramos 12 años otra vez.
Pero como todo, cualquier alimento que tenga cosas buenas, también tendrá malas. Las bayas de Goji no deben ser consumidas por aquellas personas que sufran de problemas digestivos o color irritable, pues realizan una alteración de la digestión. Una contraindicación para las frutas secas (no confundir con los frutos secos) en general, y es que los diabéticos deben tener cuidado con las altas concentraciones de azúcar que tienen las frutas secas, como estas bayas. Para los demás es una estupenda fuente de energía y antioxidantes.
Como podéis ver, estas bayas se podrían comparar con la soja. Dicen que son muy buenas, y en efecto tienen beneficios muy buenos, pero no tenemos que creernos todo lo que nos dicen, pues ningún alimento es milagroso.