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¿Quién les dice a los niños que tienen que estudiar?

Me han enviado esto y me parece la pura realidad... a ver q os parece.



Titular del periódico de esta semana: 'Las autori­dades sanitarias

advierten de que en pocos años habrá escasez de médicos en España.

LA CAUSA DE ESTA FALTA DE MÉDICOS AÚN ES DESCONOCIDA'



En cualquier lugar de España:



Juan, de 28 años:

A los 16 años dejó de estudiar por aburrimiento.

Tras dos años de vacaciones, sus padres lo apuntaron a un curso de

fontanería que costaba 900 euros al mes.

Tras seis meses de cursillo, empieza a tra­bajar.

Dos años más tarde le hacen fijo en su empresa y monta un pequeño

negocio de fontanería.

A los 22 años se compra un Audi por 25.000 euros que paga en menos de un

año.



A los 25 años entrega la entrada para su vi­vienda y firma la

hipoteca, y un año después se casa:

200 invitados asisten a su boda y se van a Tailandia de viaje de novios.

Hoy tiene un hijo, gana 2.500 euros al mes y en su negocio ha tenido

que contratar a tres empleados que trabajan a pleno rendimiento.



Ayer recibió en su despacho a JLS, un empresario que le pidió el

favor de que le hiciera una obra en su

domici­lio; el precio no importa.



Luis, de 30 años:

A los 16 años es­tudiaba varias horas diarias.

A los 18 años aprueba selectividad y se matri­cula en una facultad

de medicina.



Seis años estudiando. A los 24 años obtiene su título de médico y se

pre­senta al examen MIR.

Una mala noche y un dolor de cabeza, ese día ha­cen que fracase en el

examen, así que debe

esperar un año más preparando de nuevo el examen. Sus padres pa­gan la

academia; su título de

médico no le permite trabajar en el sistema público sanitario español.

A los 25 años aprueba el examen MIR e inicia la residencia de cuatro

años. Gana apenas 750 euros y

con entre cinco y siete guardias al mes apenas llega a los 1.200

euros. 'Disfruta' de un esta­tuto

'especial': una ley que le impide incluso trabajar echando horas

extra en el videoclub de su padre para

com­plementar su escasa remuneración. Vive en un piso de alquiler

con otros tres médicos

residentes y se ha comprado un Ford Fiesta de segunda mano que piensa

pagarlo a plazos du­rante

los próximos cinco años. De vi­vienda, ni hablar.

La pasada semana recibió una car­ta: una citación de un juzgado. Al

pa­recer dio un alta hace

unos meses a las 4 de la madrugada tras 19 horas trabajando sin parar

y el paciente evo­lucionó mal.



Acabó la residencia con 30 años, sin vehículo, sin casa, sin dinero

y sin fa­milia propia.

Ha trabajado 23 días en los últimos dos meses; en este tiempo le han

hecho ocho contratos: cinco de guardias sueltas y tres con el 60 por

ciento del sueldo. Ha ganado 2.700 euros en estos dos meses y

actual­mente está en paro.



Hace tres días se cruzó en el pasillo con el mismo empresario, JLS,

que le increpó porque llevaba

es­perando dos horas por su dolor de rodillas.

Fernando, de 16 años: hermano de Luis y de Juan. Tras sopesar la

situación de sus hermanos

mayores, no lo ha dudado: ha dejado los estudios y ha empezado a

trabajar como peón de albañil

en la empresa de Juan.





En fin.... y ahora quién les dice a los niños que tienen que estudiar

para tener un buen futuro?
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