El Coaching es un proceso de entrenamiento personalizado por medio del cual, el coach, o entrenador, pone a disposición del coachee o persona que lo recibe, los medios y técnicas adecuadas para ayudarle a desarrollar su potencial latente, despertando en él la motivación para evolucionar en cualquier aspecto de la vida, personal o profesionalmente.
Ayuda a superar los miedos, frustraciones, sentimientos de pérdida, soledad, inferioridad, depresión, desilusión, apatía, envidia o resentimiento y enseña confianza en uno mismo y en los demás.
Los profesionales relacionados con la sanidad convivimos a diario con el dolor, la depresión, la angustia generados por la enfermedad. Enfrentamos situaciones de miedo, frustración e impotencia con demasiada asiduidad. Si a esto le añadimos las presiones provenientes de las circunstancias laborales como son la competitividad, la turnicidad, la nocturnidad, la bajada salarial, el aumento de la jornada anual, la imposición de vacaciones o la práctica imposibilidad de disfrute de un puente vacacional, que conlleva a la “desconciliación” real de la vida familiar con la vida laboral, como ocurre en el ámbito de la urgencia extrahospitalaria, no es de extrañar que muchos de nosotros nos instalemos en un mundo de sentimientos negativos y de baja autoestima.Pero los acontecimientos que nos suceden en nuestro devenir diario (una pérdida, una separación, una deuda, una disputa…) no son los que determinan nuestra vida, sino la manera de responder a los mismos.
Para cambiar esas respuestas, tenemos que empezar por cambiar muchas de nuestras creencias y conceptos, observar nuevos puntos de vista y tomar conciencia de forma responsable de nuestro poder de elección, marcarnos unos objetivos (cada cual los suyos) y actuar. El coach pone en nuestras manos las técnicas y medios para recorrer este camino y acompaña de cerca todo el proceso, ayudando a superar dificultades y a medir si nos acercamos o nos alejamos del objetivo marcado, para así poner en práctica acciones correctivas si fuera preciso.
El éxito del coaching depende en gran medida de la transferencia afectiva que se establece entre entrenador y pupilo, basada principalmente en la confianza. Trabaja directamente con los procesos mentales y emocionales de la persona. Por ello, es muy importante que el proceso se encuentre bien guiado, pues una falta de ética y responsabilidad del entrenador (coach) podría tener consecuencias muy negativas para la propia persona y para la sociedad, especialmente en el ámbito sanitario.
¡Si consigues manejar las riendas de tu vida te sentirás relajado, disfrutarás de lo que haces, y serás feliz, haciendo más felices a los que te rodean!