Lejos
Hoy lo necesitaba. Hoy me siento, escribo, suelto, descargo porque hay tantas cosas sucediendo en mi vida al mismo tiempo, que no se por donde cogerlas, por donde empezar, por donde seguir, cómo comprenderme a mi misma y que los demás también puedan hacerlo. Wie ich klar kommen soll…
He cambiado de trabajo. He cambiado de ciudad. He cambiado de Bundesland. He cambiado de casa. He cambiado de dirección. Próximamente cambiaré mi matrícula del coche y, ah! He cambiado de dialecto 😉
En estos dos últimos meses han ocurrido muchas cosas, tanto a nivel personal como profesional. Las emociones me sobrepasan, a veces no puedo creer que haya conseguido tanto, otras me siento pequeña y frágil. Sola nunca, pero si desbordada.
He pasado de vivir en una ciudad en donde en el buzón sólo aparecía mi nombre, a compartirlo con alguien más ^^ Evidentemente ha sido un cambio a mejor, pero este también conlleva nuevas maneras de organizarse y de vivir.
Organización. Vaya, qué significa ser organizado o saber organizarse. Igualmente tanto en la vida personal como en la profesional. Cómo saber manejar el tiempo, priorizar, acordarse de todo lo importante como es felicitar el cumpleaños a tu amiga, o comprar pan al salir del trabajo. Limpiar el baño, esa llamada telefónica que no debías de dejar pasar. Al día siguiente tienes un curso, y quieres prepararte antes. Porque vives en Alemania, y hay muchas palabras que no suenan ni mucho menos que parecido al español (aunque sí a veces al inglés). Pero también quieres dedicarle un rato a tu pareja, porque él también te necesita. Quieres estar al día de la vida de tus familiares, y no perder el contacto. Quieres alimentarte de manera equilibrada, y quieres incluir el deporte en tu vida diaria.
Ser una buena enfermera no está pagado. Ser enfermera significa atender las necesidades de tus pacientes al 100%, ser su ayuda, su “bote salvavidas”, dar consuelo y cariño. Estar ahí cuando ellos lo necesitan y saber prever, anticiparse a los posibles problemas que puedan presentarse. Saber cuidar desde el lado más humano y “saber”, desde el del propio conocimiento. La capacidad de controlar, de “organizarse”, de mantener en tu cabeza varias tareas a la vez… Debes hablar con los familiares en un tono, con el médico en otro; a tus pacientes te diriges de manera diferente, y a tus compañeras, evidentemente también.
Exhausta.
Son tantos los sentimientos que almaceno, que a veces no se cómo manejarlos.
Me siento afortunada de poder trabajar y ganar un sueldo. Puedo pagar mi alquiler, decorar mi casa de ikea, comprar la comida que me gusta, cocinar la comida que me gusta, comprarme la ropa que me gusta… Y hasta ahora para de contar. En algún momento mis vacaciones serán viajar a otro país que no sea el mio de origen. Aunque imagino, que por mucho que me esfuerce no puedo evitar que haga mella el hecho de estar lejos. Ya no es echar de menos a mi gran familia, mis abuelos, tíos y primos. Sino mis padres y mi hermana. Ellos son los primeros, los más importantes. Los necesito mucho y se que ellos a mi también. Mantenemos el contacto, nos vemos cada 2 ó 3 meses y no puedo realmente quejarme, pero eso no quita que no los eche de menos…
Empecé a escribir estas líneas a principios de Agosto. Ahora estamos a finales… Y el enfoque que le daría a este post ha cambiado. La vida sigue retándome, desafiándome. Cada día hay algo nuevo a lo que enfrentarse, y en estos últimos me veo las caras con la impotencia. Yo, que soy enfermera y me dedico al cuidado de personas enfermas, no puedo cuidar de aquellas que más me importan. Simplemente… porque estoy muy lejos.