La verdad es que últimamente no me encuentro yo… en mi salsa.
Estoy contenta, estoy ya en una nueva unidad, en Paritorio/Reanimación, concretamente ahora en “Rea” y visitando el paritorio de vez en cuando para echar un vistazo. No estoy mal, no está mal… Pero no estoy contenta como el año pasado, que va.
La verdad es que mi experiencia en Neonatos no acabó todo lo bien que yo esperaba… No entiendo porqué, pero bueno. La verdad es que estoy cabreada, porque intento hacerlo todo lo mejor posible y no siempre se nota…
Hay varias cosas que no me convencen:
En primer lugar, un amplio porcentaje del personal enfermero son mujeres mayores. Y con mayores me refiero a mayores tirando pa’ jubilarse. El resto casadas con hijos y ya después no sé, 3 hombres. No quiero menospreciar a las mujeres ni a su edad, pero creo que es perfectamente comprensible el hecho de que a más edad, más cuesta todo, más cansado se está y menos ganas de enseñar tienes. Yo no se qué tengo que hacer para que me hagan más caso o para que no me hablen como si fuera una niñata.
“La niña“, “la muchacha“, “¿Ah, pero tú eres estudiante de Enfermería? yo creía que eras de auxiliar“, “chiqui me traes…?”
¿¿QUE PASA QUE NO OS PODEIS APRENDER MI NOMBRE NI MIRARME LA PUÑETERA TARJETA??
Tarjeta que me obligan a llevar puesta, que en mi evaluación se lee “lleva su tarjeta identificativa en un lugar visible siempre… blablabla, para qué?? Tú me has mirado la tarjeta una sola vez??
Es como si yo voy y las llamo “oye tú, chocha…“, “mujer mayor“… En fin, me exaspero, me exaspero, creo que me están pegando los sofocos de la menopausia.
No me gusta que me digan algo que no es cierto. No tengo iniciativa, y un pin pá ti. Yo no se si hablan por hablar…
Llego antes de mi hora, llevo el pelo recogido, llevo la tarjeta, llevo el boli de 4 colores, la linterna, el fosforito, la libreta, la tijera, los calcetines blancos si me apuras (no la verdad es que blancos los llevo si coincide..xD), las uñas cortas y el reloj en el bolsillo. Pregunto, vuelvo a preguntar, pido permiso para desayunar, intento colaborar en todo lo posible… Es que no se que hacer más. Y hasta ahora no había tenido ningún problema en este sentido.
Estoy cansada ciertamente. No estoy agusto.
También detecto otra cosa que no me gusta. Cuando llega una enfermera nueva, ¿por qué todo el mundo le enseña todas las cosas, protocolos, papeles, técnicas de la planta perfectamente? Está claro, porque ella va a tener que realizar esas actividades sola y tiene que saber hacerlas pero, ¿es que acaso tengo yo menos derecho que ella? Pues el mismo ¿no?
¿Y por qué estáis todas tan enfadadas todo el rato? Que si la nómina, que si mi hijo es más guapo que el tuyo, que si vaya mañana que llevamos “desde las 8 que he entrado por la puerta”, es que hay que ver otro ingreso??? Cuando no hace calor, hace frío y cuándo no, es que es que es que… Relatonas.
De verdad, yo creo que los hombres son menos quejicas en ese sentido.
Siento que mis palabras sean un poco antipáticas, yo que se, pero así me siento, así me desahogo y así invoco a las estrellas para que me traigan un poco de suerte. Si yo lo único que quiero es aprender, y que me enseñen…